La identidad, ese yo que somos, como dice Erikson, «hay que encontrarla», y la encontramos entre un mar de cambios y confrontaciones sociales, físicas, internas…. que nos llevan al autodesafío del que, si salimos victoriosos, nos proveeremos de nuevas “capacidades” con las que volver a abordar cambios, y más cambios, y más cambios….
Nosotros como “idea” somos diversos (poliedros), yoes que se van acomodando para ir coexistiendo.
En este mundo interior tan caótico, que existe desde nuestros ojos hacia adentro, ¿qué papel pintan los otros?, ¿cómo podemos ser ayudados que nos haga libres a la hora de responder?, ¿cómo nos pueden ayudar a gestionar a mayores ese espacio de tiempo entre lo que siento y lo que hago, entre lo que acaece y lo que decido, entre lo que he sido y lo que quiero ser?.
La relación entre educación con el significado de “acompañar a ser” y coaching es directa, al igual que la relación entre coaching y “aprender a acompañar”, ya que tomar conciencia del aprendizaje del educando y su espejo que es el educador muestra el camino para el enseñar a hacer/ser sentido.
Es en este co-construir donde el educador se reencuentra, y el educando florece. Donde el educador desaprende y el educando aprende a aprender mientras se construye desde dentro absorbiendo lo de afuera para acabar arrojando su ser al entorno.
Los educadores son espejos, y educadores son todos aquellos con un roll en esta Su Educación, o acaso, ¿habéis visto a un educando que en algún momento deje de aprender?. Cuando la curiosidad es el motor de la creciente vida de todo se aprende, nos dan una lección para también nosotros hacer por aprender.
La metáfora del espejo explica el proceso de construcción de la identidad. La sensibilidad de los sentidos, su afinación natural cual instrumento da como resultado la partitura donde lee el educando su comportamiento, su música, su compás. Poder hacer vibrar en nosotros la mejor armonía, hará que ellos transcriban su mejor partitura, algunas reglas con las que escribir ya las traen aprendidas, las demás se van construyendo, ellos sólo quieren aprender, sólo quieren escribir, y sólo quieren vibrar según van escuchando.
Todo es susceptible de ser percibido en su educación, todo depende de cómo de sensible sea el educando, y de dónde ponga la atención.
Nuestro mundo interior deja entonces de tener barreras y puede ser reflejado sin darnos cuenta. Solo aprendiendo a escuchar se puede tomar conciencia de qué están aprendiendo.
Coaching abre conciencia, ésta nos ofrece la comprensión desde la cual poder emprender planes, acciones, y conseguir objetivos mejorando nuestro espejo.
¿Te atreves a verlos?, ¿y a verte?.