El camino largo de la felicidad implica aprender a gestionar tu propia respuesta fisiológica (emoción) de forma que puedas elegir a qué tren te subes, y cuál dejas pasar.

¿Todas tus respuestas te dejan escoger la acción que quieres?, sino es así, puedes cambiarlo.

Una emoción es sólo una respuesta aprendida, donde en la respuesta te estas recordando a ti mismo que un día tuviste que adaptarte a una situación, haciéndolo lo mejor posible dados los recursos que tenías. Hoy ya no eres esa misma persona, tienes nuevos aprendizajes incorporados, nuevos recursos, y si no son suficientes, tienes la posibilidad de adquirirlos, coaching te ayudar a dar esa nueva respuesta. Tu meta, el cambio, Tu Cambio.

La conciencia supone un aprendizaje, como tal es un coste energético, lo fácil es responder como lo has estado haciendo hasta ahora, el reto está en pararte a pensar ¿qué acción se requiere ahora y qué respuesta es la que te marcas dar?.

En el tutorial tienes un momento para hacer tuya alguna de estas respuestas, te invito a seguirlo y darte cuenta de con cuál te identificas más, y de cuál te quieres ayudar para cambiar.

La cultura ha desplazado a la evolución en nuestro propio desarrollo, la posibilidad de escoger el mismo, lejos del determinismo, y de elegir aquello que quieres ser, la oportunidad de reescribirte desde el coaching, con una emoción cognitiva, dirigida a tu mundo interior. Es sin duda un camino lento, fácil de olvidar que requiere, por tanto, mayor esfuerzo, sin embargo el fruto de esta siembra es tu propia conciencia. Tu órgano será tan plástico como tú le permitas ser.

Hablo de cognición, de emoción, de aprendizaje, de ser y dejarse ser, de estrategias para poder ver, sentir, oír….. Hablo de gestión, lejos de la represión. Hablo de Ser.

Date cuenta, si te limita una respuesta fisiológica…… ese mismo límite lo rompe otra respuesta fisiológica, ¿Cómo llegar a ella?, coaching te da la respuesta.

¿Y las emociones del grupo, de la tribu, de la empresa?. Todo cambio empieza desde dentro.

Bibliografía recomendada: “La expresión de las emociones” Charles Darwin. 1872