La base de cualquier talento es la curiosidad, el aprendizaje, y la creatividad. Para poder ser creativo has adquirido un conocimiento antes (quien inventó el avión antes observó volar el ave), por lo tanto ser creativo en relación a tu Talento es aprender, echar horas.
Hay un matiz que a veces se nos escapa, ¿que es aprender?. Esta palabra me encanta, «aprender«, vamos a darle un repaso al diccionario! «adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia«, de aquí que el talento hay que practicarlo, hasta que no practicas no eres talentoso aunque lo tengas……. Y, ¿como aplicas la creatividad en «aprender» tu Talento?, ¿tienes medios para adquirir el conocimiento?, ¿tienes amigos con los que compartir y practicar?.
Y la paradoja es que igual tienes suerte y a todas esas preguntas contestas «Si», sin embargo, se te olvida procurar lo mas importante, «a tí mismo». ¿Eres capaz de Ser?, ¿de fluir?, ¿de colocarte en posición de aprendiz en tú Talento?, ¿eres capaz de vaciarte de tí mismo?.
El aprendizaje auténtico lo da la práctica, la experiencia, y la propia práctica y experiencia genera a su vez más conocimiento. Para poder aprender de tí, de los demás, de la situación, lo primero a cultivar es tu talento en observar, y el único camino para poder observar es vaciarte, solo ser lo que estas observando en el momento, estar plenamente presente en la circunstancia que te está envolviendo, ser el sonido que escuchas, el objeto que observas. Para esto os invito a vaciaros de vosotros mismos, y simplemente Ser en esta práctica del Talento.
Y al observarte antes de vaciarte, y poder ponerte en disposición de aprender, ¿te das cuenta de qué te tienes que vaciar?, ¿que información te aporta lo que has encontrado?.
Aquí tenéis un relato, La taza vacía, que os puede ayudar a reflexionar sobre ¿como de vacíos estáis a la hora de practicar vuestro Talento?.
Según una antigua leyenda, un famoso guerrero va de visita a la casa de un maestro Zen. Al llegar se presenta a éste, contándole todos los títulos y aprendizaje que ha obtenido en años de sacrificados y largos estudios.
Después de tan sesuda presentación, le explica que ha venido a verlo para que le enseñe los secretos del conocimiento Zen.
Por toda respuesta el maestro se limita a invitarlo a sentarse y ofrecerle una taza de té.
Aparentemente distraído, sin dar muestras de mayor preocupación, el maestro vierte té en la taza del guerrero, y continúa vertiendo té aún después de que la taza esté llena.
Consternado, el guerrero le advierte al maestro que la taza ya está llena, y que el té se escurre por la mesa. El maestro le responde con tranquilidad:
Exactamente, señor. Usted ya viene con la taza llena, ¿cómo podría usted aprender algo?
Ante la expresión incrédula del guerrero , el maestro enfatizó:
“A menos que su taza esté vacía, no podrá aprender nada”
«Desarrolla el Talento de la observación, aprende a vaciarte, dentro del teatro, mientras transcurre la escena, para poder aprender».
Un comentario en “Talento para observar, aprender y disfrutar de la circunstancia”